Si lo que quieres para tu carrera profesional es dedicar y potenciar tu talento en el sector de la tecnología, entonces seguramente te interese saber cómo es trabajar en una startup antes de dar el salto. Las startups han ganado terreno en el panorama empresarial, especialmente en la industria tecnológica. Estas jóvenes empresas emergen con ideas innovadoras y buscan revolucionar el mercado.
Trabajar en una startup puede ser una experiencia emocionante y desafiante, pero también viene con sus propias ventajas y desventajas. En este artículo, exploraremos a fondo estos aspectos para que puedas tomar una decisión informada sobre si esta ruta es la adecuada para ti.
¿Por qué trabajar en una startup?
Pocas cosas nos apasionan tanto como embarcarnos en un proyecto nuevo, sobre todo cuando nos dedicamos plenamente a lo que más nos gusta hacer. En el caso de las startups, hay que añadirle un factor extra: son auténticas aventuras emprendedoras en la que podrás crear algo desde cero, verlo crecer, evolucionar y transformarse en un producto o servicio innovador que contribuya al desarrollo de la tecnología.
La startup es un tipo de empresa en la que cada día es un reto en el que necesitarás una buena dosis de pensamiento creativo, trabajarás codo a codo con tu equipo y vivirás en primera persona los resultados del esfuerzo personal y colectivo.
Por supuesto, no todo lo que brilla es oro. Como ocurre con cualquier proyecto, siempre surgirán obstáculos y altibajos. Uno de los factores más importantes en una startup es la resiliencia.
Las startups y el empleo
Las startups son fundadas cuando un equipo multidisciplinario detecta una nueva necesidad de mercado que no está siendo satisfecha por otras empresas, o cuando deciden que pueden cubrirla con menos esfuerzo y mejores resultados. Además, las startups “unicornio” llegan a tener unas bases salariales mucho más altas de la media.
Las startups están muy unidas a las nuevas tecnologías, y como arrancan teniendo características muy similares a pequeñas y medianas empresas (pymes), estas contribuyen enormemente a la creación de empleo. En materia legislativa, se espera que el plan de digitalización de las pymes 2021-2025 de resultados favorables para el emprendimiento disruptivo en el ámbito digital, junto a la ley de startups, que tiene la intención de facilitar sus inicios e impulsar el desarrollo del país.
A pesar de que existe una perspectiva general de baja empleabilidad y adopción de herramientas digitales, el Índice de Economía y Sociedad Digitales (DESI), que resume los indicadores de rendimiento digital y hace un seguimiento del progreso de los países de la Unión Europea, nos deja ver el avance de España.
El país ocupa el puesto número 7 de los 27 estados miembros de la UE, destacando que ha subido cinco puestos en comparación con el 2021, en lo que respecta a la integración de la tecnología digital. Aun así, la falta de capital humano sigue siendo una preocupación para el sector, una que comparte el Índice de Talento Digital de 2022, que señalaba el déficit de especialistas en tecnología, dejando sin cubrir casi 200.000 vacantes.
Por supuesto, en HACK A BOSS ya sabemos que el sector TIC tiene futuro y es la razón por la que formarte en programación desde cero vale la pena.
Ventajas de trabajar en una startup
1. Crecimiento profesional
La startup es un tipo de empresa que empieza desde abajo y puede crecer muy rápido. A diferencia de los entornos profesionales convencionales, en los que necesitas años para avanzar en jerarquías más rígidas, en una startup las oportunidades de crecimiento profesional son abundantes.
Crecerás al ritmo de la compañía y el ritmo de aprendizaje será vertiginoso, pero de mucho valor para tu desarrollo profesional. Si demuestras dedicación y habilidades, pronto estarás en posición de asumir mayor responsabilidad, ya que se abrirán nuevas posiciones y roles de liderazgo.
2. Ambiente y cultura laboral
Las startups están formadas por equipos bastante reducidos, lo que propicia un sentido de comunidad y camaradería más fuerte. Como miembro del equipo, tienes la oportunidad de contribuir a la creación de la cultura empresarial y sus valores.
Además, la proximidad presenta la ventaja de poder exponer tus ideas directamente, con lo que tu voz se tendrá más en cuenta. Las startups son conocidas por su cultura innovadora y creativa. Aquí, se fomenta el pensamiento fuera de la caja y se valoran las ideas frescas.
3. Networking e impacto directo en el éxito
En una startup, tu contribución puede marcar la diferencia de manera significativa. Las decisiones que tomes y el trabajo que realices tendrán un impacto directo en el crecimiento y éxito de la empresa.
La piedra angular de la filosofía en una startup es el trabajo en equipo. El desarrollo de estos proyectos se hace de forma colaborativa, lo que te permite empaparte de las ideas que proponen otras personas, evolucionar con rapidez y aprender nuevas habilidades.
Además, las startups se orientan hacia un enfoque global e incentivan la colaboración con personas de diferentes partes del mundo, culturas y formas de pensar.
4. Objetivos por sobre horarios
En muchas startup no se trabaja acorde a un horario convencional de oficina, sino por objetivos o resultados. Usualmente, en las startups se calcula el desempeño de la organización con OKR (objetivos y resultados clave) y/o KPI (indicadores clave de rendimiento).
La ventaja de esto es que tus horas de trabajo tendrán una flexibilidad impensable en las empresas tradicionales, pero si tú o tu equipo no tiene la disciplina necesaria, esta misma flexibilidad puede perjudicarte.
5. Oportunidades de aprendizaje continuo
En una startup tiene un entorno inmersivo de rápida evolución y que, con equipos pequeños y múltiples responsabilidades, te dará la oportunidad de adquirir habilidades en una variedad de áreas. Desde el desarrollo de producto hasta el marketing y la gestión de proyectos; trabajar en una startup te brinda una educación práctica que difícilmente encontrarías en una empresa más grande.
Desventajas de trabajar en una startup
1. Inestabilidad financiera
Las startups a menudo operan con presupuestos ajustados y pueden depender de rondas de financiación para sobrevivir. Esto puede llevar a incertidumbre en cuanto a la estabilidad del empleo y la capacidad de recibir compensaciones competitivas. La forma de constatar este factor es corroborando si la startup logró un buen market fit y las ventas de su producto o servicio cubren los gastos recurrentes.
2. Carga de trabajo intensa
En una startup, es común llevar múltiples sombreros y asumir responsabilidades diversas. Si bien esto puede ser enriquecedor, también puede llevar a una carga de trabajo muy intensa y a largas jornadas. El equilibrio entre la vida laboral y personal puede ser difícil de mantener, lo que puede afectar tu bienestar a largo plazo.
3. Falta de recursos y estructura
A diferencia de las empresas más establecidas, las startups a menudo carecen de estructuras sólidas o alta rotación de personal. Además, la escasez de procesos establecidos puede generar caos y falta de claridad en las tareas diarias. Si te interesa trabajar en una startup, es conveniente investigar la estabilidad de la capa de líderes (también conocida como C-level).
4. Riesgo de fracaso empresarial
La realidad es que muchas startups no logran superar los primeros años de operación. Aunque trabajar en una puede ser emocionante, también existe el riesgo inherente de que la empresa no tenga éxito. Esto puede resultar en la pérdida de empleo y la necesidad de buscar nuevas oportunidades rápidamente.
Nuevamente, el market fit, la reacción de la startup ante el feedback del equipo interno y clientela, y cómo se optimice el producto o servicio serán indicadores para determinar si la empresa sobrevivirá, así tenga que reinventarse.
5. Falta de beneficios tradicionales
En comparación con empresas más grandes, las startups pueden ofrecer beneficios limitados en beneficios tradicionales como planes de jubilación o seguro médico privado. En cambio, es más común encontrar beneficios como sesiones de psicología, guarderías, flexibilidad, conciliación, y/o préstamo de equipo de trabajo.
¿Cómo trabajar en una startup?
La decisión de unirse a una startup dependerá en última instancia de tu personalidad, metas y tolerancia al riesgo. Si valoras el aprendizaje continuo, la creatividad y el potencial de tener un impacto directo en el éxito de una empresa, una startup podría ser el lugar ideal para ti.
Antes de dar el salto, es recomendable investigar a fondo la startup en la que tienes interés, comprender su modelo de negocio y su situación financiera. Evalúa tus propias prioridades y objetivos profesionales para determinar si las ventajas superan a las desventajas en tu caso particular.
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