Si existe alguien que lo haya dado todo por la inclusión de la mujer en el desarrollo tecnológico, esa fue Anita Borg. Se trata de una científica informática estadounidense que, junto a Ada Lovelace, Grace Hopper y las Top Secret Rosies, se hizo un lugar en el salón de las mujeres programadoras más influyentes de nuestra historia.

La celebración Grace Hopper por la mujer en la programación y el Instituto Anita Borg de la Mujer y la Tecnología han sido fundamentales para hacer seguimiento y promoción de la equidad de género en sector. En este artículo, ¡hablaremos de ella!

¿Quién fue Anita Borg?

Anita Borg nació en 1949, en la ciudad de Chicago, Illinois. Comenzó su carrera en programación en 1969 en una pequeña empresa de seguros, aprendiendo la profesión de forma autodidacta.

En la década de los 60, las mujeres representaban entre el 30% y el 50% de la fuerza laboral en computación, pero el reconocimiento que se hacía de su trabajo era tan bajo, que su participación pasaba por debajo de la mesa para las empresas y la prensa.

En todo caso, Anita Borg perseveró y se convirtió en una destacada figura científica en la industria. En 1981, por una investigación sobre la eficacia de sincronización de los sistemas operativos supervisada, le fue otorgado un doctorado en ciencias de la computación en la Universidad de Nueva York.

La computación y el email marketing

En 1986, Borg empezó a trabajar para Digital Equipment Corporation. En el laboratorio de desarrollo, patentó un método para generar trazas completas de direcciones para analizar y diseñar sistemas de memoria de alta velocidad.

Un año después, Borg asistiría a la conferencia SOSP, “Symposium on Operating Systems Principles”, en la que le horrorizaría el escaso número de mujeres presentes. En este evento, 13 mujeres (incluyendo a Borg) se reunieron para hablar de la poca presencia femenina en la informática y qué podían hacer al respecto, así nació la idea de Systers (una combinación entre hermanas, “sisters” y sistemas, “system”).

Así fue como esta informática entraría al mundo de la comunicación por correo electrónico, creando una de las primeras comunidades digitales, en la que se brindaba un espacio para que sus miembros pudieran intercambiar opiniones y consejos basados en sus experiencias comunes.

La afiliación a Systers se limitaba a mujeres con una formación muy especializada y los debates se circunscribían estrictamente a cuestiones técnicas, aunque también se permitían discutir temas fuera de la industria que afectaban directamente al ejercicio laboral de las mujeres.

Como dato curioso, cuando Mattel empezó a vender una muñeca Barbie que decía “las matemáticas son difíciles”, estas científicas empezaron una protesta que obligó a la empresa a retirar esta frase del microchip del juguete.

El inicio de la Celebración Grace Hopper

Anita y la Dra. Telle Whitney cofundaron la Grace Hopper Celebration (GHC) en 1994, que ha crecido hasta convertirse en la mayor reunión anual de mujeres tecnólogas del mundo. Inspiradas por el legado de la contralmirante Grace Murray Hopper, y cansadas de asistir a conferencias en las que casi no representación femenina, Anita y Telle lograron ofrecer a las mujeres la oportunidad de mejorar sus conocimientos técnicos y conectar entre sí.

La primera edición se celebró en Washington, D.C., y reunió a más de 500 mujeres con un perfil técnico. Telle Whitney describiría esta experiencia como algo que "cambiaba la vida".

En la actualidad, este evento reúne a mujeres líderes, profesionales y estudiantes de todo el mundo para compartir conocimientos, establecer conexiones y promover la diversidad en la tecnología, desde los programas de estudio, pasando por planes de recursos humanos hasta la contratación.

La fundación del Instituto para la Mujer y la Tecnología

Queriendo que el esfuerzo por la equidad fuese a tiempo completo, Anita fundó AnitaB.org en 1997, una organización sin ánimo de lucro conocida originalmente como Instituto para la Mujer y la Tecnología (IWT, entre 1997 y 2003). El instituto se convirtió en un catalizador para el cambio, brindando apoyo y recursos a las mujeres en STEM. A través de programas, becas y eventos, el instituto ha ayudado a las mujeres a desarrollar sus habilidades técnicas y a avanzar en sus carreras en el campo de la tecnología.

Una de las frases más icónicas de Anita Borg fue que "en todo el mundo, las mujeres no participan plenamente en la creación de nuevas tecnologías que definirán sus vidas. Esto no es bueno para las mujeres y no es bueno para el mundo. (...) Las mujeres tienen que asumir el lugar que les corresponde en la mesa de creación de la tecnología del futuro."

Borg creía lo que la investigación ha demostrado que es cierto: las organizaciones que incluyen activamente a las mujeres se benefician de una mayor innovación y mejores resultados finales. La tecnóloga propuso que la tecnología resolverá más problemas del mundo cuando haya más mujeres implicadas en imaginarla y construirla.

Actualmente, la fundación trabaja con especialistas en tecnología de más de 50 países y colabora con destacadas instituciones académicas y empresas de la lista Fortune 500 de todo el mundo.

La visión de Anita Borg: "50/50 para el año 2020"

La visión de Anita Borg era lograr la igualdad de género en el campo de la tecnología. En 1994, lanzó el programa "50/50 para el año 2020" con el objetivo de tener una representación equitativa de mujeres y hombres en las disciplinas de STEM (ciencias, tecnologías, ingeniería y matemáticas) para el año 2020.

Aunque el objetivo no se alcanzó completamente, la campaña fue un importante llamado de atención y una motivación para el cambio. Continuando con este legado, el instituto tomó el nombre de su fundadora tras su fallecimiento en 2003, y sigue trabajando arduamente para cerrar la brecha de género en la tecnología y alentar la participación de más mujeres en la programación.

Mujeres en tecnología, ¡queda mucho por hacer!

El legado de Anita Borg continúa inspirando a las generaciones futuras de mujeres a perseguir sus pasiones en la programación y a desafiar los estereotipos de género en tecnología.

La brecha de género sigue siendo una tarea pendiente y urgente que debemos atender si queremos mejoras en el futuro de la programación.

Si realmente quieres ser parte del cambio, lo mejor que puedes hacer es aprender a programar desde cero para incorporarte al sector de la tecnología. ¿Y qué mejor momento para empezar que ahora? Aquí podemos ayudarte, solo tienes que llenar el formulario de aquí abajo. ⬇️